Reportaje a Gustavo Díaz Naar, “el poeta de la legalidad”
Por Deibys Palomino Tamayo Allá va con su caminao tumbao como quien lleva la sabrosura en la sangre, baja de los cerros del barrio Puerto Rico, atraviesa todo el Kennedy Arriba y Abajo, y se sienta en la terraza de El Batazo a meditar mientras, el sol le llega pleno a la cara y le da energías para empezar el día, sin probar bocado. Después de esa sesión, Gustavo, con su mocho de pantalón remendado, camiseta averaguada y zapatos ahuecados, emprende su travesía por la Avenida Bicentenario en sentido Norte-Sur hasta llegar al Centro de Lorica y adentrarse en el Mercado. No obstante el hambre y la necesidad de llevar la sarapa para el rancho, jamás se propone robar. Más bien acude a su bacanería y aguaje de gozón para arrancarle unas monedas a sus “napas” (panas) como él los define. “Mi brother te tengo unos poemas bien ‘mariguanescos’ para que me pongas atención y te bajes del bus”, con estas frases al estilo de “El Flecha” y “El Pachanga”, “asalta” a su primer “contribuyente”, un ...